La repentina desaceleración de una estrella muerta observada en 2020 pudo ser causada por una ruptura volcánica en la superficie que arrojó un “viento” de partículas masivas al espacio. El 5 de octubre de 2020, el cadáver en rápida rotación de una estrella muerta hace mucho tiempo, a unos 30.000 años luz de la Tierra, cambió de velocidad. En un instante cósmico, su giro se ralentizó. Pocos días después, comenzó a emitir ondas de radio. Gracias a mediciones de telescopios orbitales especializados, el astrofísico de la Universidad Rice Matthew Baring y sus colegas han podido probar una nueva teo…